Hoy nos ha dejado una persona maravillosa, de esas que deberían llevar el título de “Grande de España” a pesar de no pertenecer a la nobleza, o ser conocido por la amplia mayoría de españoles y así podría dar a este título nobiliario el valor real que tiene el significado de las palabras que lo componen.
A pesar de no tener tan noble distinción, todos aquellos que en algún momento de su vida hemos tenido contacto con él, sabemos que era una persona “especial”: de esas que a lo largo de tu vida tienes la suerte de encontrar en muy contadas ocasiones, con las que puedes pasar horas hablando y a la vez minutos en silencio, que al ponerse delante de un grupo de alumnos para enseñarles y educarlos dejan una impronta difícilmente borrable y de las que “nunca” se olvidan una vez que la conoces.
Antonio, tus compañeros y alumnos te llevamos y llevaremos “siempre” en nuestro corazón.